
Hay mujeres en Manicaragua que constituyen fuerzas distintivas de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC): las hermanas Raquel y Rosaida Urquiza, Blanca Palma, Angela Medina, Lutgarda Veitía, Dora Gutiérrez, Blanca Duardo y otras quienes estuvieron vinculadas a la etapa fundacional de la organización en el territorio montañoso villaclareño.
Una de ellas, Elvira Toscano Rodríguez, revive el tiempo compartido con sus compañeras de entonces y entre remembranzas y evocaciones están los días por el fango, montañas y trillos, en pleno desafío contra las amenazas de las bandas contrarrevolucionarias que operaban en la zona montañosa del territorio central del país, momentos para organizar a las mujeres y hacerles comprender su papel en la Revolución.
Cuántas adversidades, riesgos, pero siempre la perseverancia porque sabían que la semilla regada por cada rincón del terruño, fructificaría en una masa decisiva y fortalecida de mujeres organizadas, con la virtud de ser útiles. “Tenía una idea muy clara, estaba al corriente de lo dispersas que andaban en todo este lomerío como granos de maíz, pero había en mi mente una mazorca y eso era lo que debíamos hacer, unirnos, organizarnos”, refiere Elvira.
Aunque el almanaque haya corrido lo suficiente, esta fundadora rescata del posible olvido lo que constituyó entrega, desafío, resistencia, fidelidad, confianza, crecimiento y no perdió la ocasión que el encuentro organizado por la Dirección Municipal de la FMC y la Casa de los Combatientes, le brindó como espacio para la vibración y el recuento como una de las mujeres de viva luz, cuyos sueños colectivos se han hecho realidad y continúan haciendo posible el camino escogido.
Confiesa sentirse satisfecha en el presente, pues con sus 78 años “aún empujo a las más jóvenes de la delegación de mi barrio, para que dirijan bien a las mujeres y las mantengan activas al calor de la organización y de estos tiempos”. Además, Elvira Toscano Rodríguez agradece la atención que recibe en la Casa de los Abuelos en donde también, con su halo, dinamiza la vida de los longevos.
Hoy las féminas manicaragünses sortean el día a día y conquistan espacios políticos, sociales y económicos con su participación consciente y cotidiana, todas con un objetivo común: avanzar en los andares impostergables de la organización a los 59 años de fundada y sostener la utopía de un proyecto social que las engrandece y empodera./Delfis Rodríguez/
Tomado de telecubanacán
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