El barrio, el pequeño país, la recibió. En la calle América Latina muchos estuvieron ahí, en su espera. Se alteraron horarios habituales, pero ella estaba primero. Y al filo de la noche el sonido se agitó: Gallega, Gallega, enunciaba la gente que sumó sus corazones para la recién llegada.
Desde Río Grande del Sur hasta Manicaragua, viajó Anisleidy Argüelles Alonso, la primera colaboradora del municipio montañoso villaclareño que arribó al país con el deber cumplido durante dos años en la Misión Más Médicos en Brasil.
Mezcla de alegría y dolor. Dolor por los más de doscientos mil pobladores necesitados de su atención. Dejó a muchos que le mostraron su gratitud y no olvidará jamás la frase de una anciana que lloraba también con la tristeza de otros: "Doctora, vire cuando esto se organice". La reconfortará el hecho de saber que, como sus compañeros de misión, allí dejó huellas, sobre todo en la población más humilde residente cerca del río.
Pero la joven galena rebatió el mutismo al verse entre tantos para quienes sigue siendo la Gallega, la misma que, junto a Osbel, su padre, revuelve al barrio en un dos por tres. Y asomó de nuevo el júbilo, propio de quien siempre ha tenido la disposición para elevar la calidad de vida de estos entornos.
"En la salita de emergencia del Policlínico "50 Aniversario", me esperan mis pacientes, así que dentro de poco estaré allí.
Mientras, apegada a la multitud escuchándola y sin tener en cuenta que no había entrado aún a su casa, Anisleidy continuó con sus proyectos futuros como intensivista y satisfecha entre los suyos de pertenecer a algo más grande, a una masa de dignidad y sentimientos.
Tomado de Telecubanacán
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