El posible candidato presidencial republicano, Donald Trump, anunció que, de ser electo en noviembre, continuaría su política de máxima presión contra Cuba
Foto: Tomada de la JornadaVuelve el tema Cuba a ser utilizado con fines políticos y de recaudación de fondos en el show electoral estadounidense. Esta vez, el posible candidato presidencial republicano, Donald Trump, anunció que, de ser electo en noviembre, continuaría su política de máxima presión contra la Isla. En términos prácticos, recrudecería la guerra económica contra nuestro país.
Sus calificaciones de Estado fallido al referirse a Cuba, además de ser injerencistas, son típicas del cinismo del magnate inmobiliario, cuya administración rubricó 243 medidas, con la intención manifiesta de negarle a los cubanos todo tipo de suministros.
Por el voto, lo que sea; no importa que años antes de llegar a la Casa Blanca fuera multado por violar las leyes del bloqueo. Opta nuevamente por aliarse a una minoría con poder en el sur de la Florida.
Desconoce las verdaderas aspiraciones de la mayoría de la comunidad cubana en Estados Unidos, que anhela una relación normal entre el país en que nació y el que la acoge actualmente.
Trump hace caso omiso al pueblo estadounidense, que ha calificado de obsoleta la política contra sus vecinos, y que los priva a ellos mismos de varios de sus derechos.
Mientras los políticos del Norte insistan en procurar rendir a esta Isla insumisa, los cubanos seguiremos emancipándonos, buscando soluciones y sorteando los obstáculos impuestos por quienes nunca nos han perdonado ni nos van a perdonar la dignidad.
Ni Biden, que no ha modificado la política agresiva contra Cuba de la anterior administración, ni Trump, empeñado en apretar tuercas, conocen a los cubanos, no saben la historia de resistencia de este pueblo, escrita a fuerza de talento y de sacrificio.
Su soberbia siempre los conduce al camino equivocado.
Tomado de Granma
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